sábado, 29 de noviembre de 2008

Un clavel es un clavel



Ayer por la tarde, mientras trabajaba, sólo pensaba en irme a dormir, estaba bastante cansada. Sobre las 21:00 horas le dije a Marina que podíamos ir a cenar a un chino y que después me iría a casa.
Sobre las 23:30 horas acabamos de cenar y yo, víctima de la inercia, fui al Irlandés con M.
Había bastante ambiente, lo pasamos bastante bien. R. nos regalo un clavel a cada una y nos los pusimos en la cabeza. Creo que hemos creado una moda, ayer vi a mucha gente con claveles en la cabeza…
H. intentó arreglar algo que ya está demasiado roto, D. me invitó a un par de copas, tuve una conversación muy buena con T. y F…

Más tarde fuimos al Casino, aquí empieza mi odisea: M. me regaló otro clavel y tuve que llevarlo toda la noche en la mano porque en la cabeza ya tenía uno. Cada vez que lo abandonaba en una mesa aparecía él y tenía que cogerlo. En el lavabo una extraña me pidió el clavel y sin pensármelo dos veces se lo di, pero tan solo 10 minutos más tarde otra extraña me regaló otro clavel, y por si fuera poco, un personaje que conocí ayer mismo (N.) , y siendo víctima de alguna película de Julia Roberts, se puso de rodillas y me regaló otro clavel…
P. me amenazó con robarme algún clavel, le pedí que lo hiciera, pero cuando vió que me iba a hacer un favor, no me quitó ninguno.

Además tuve una conversación “interesante” con otro personaje, M, que viendo que sus intentos de ligoteo conmigo no estaban funcionando, y al verme con tantos claveles, me dijo que estuvo con una chica a la que le regalaba un clavel por semana. Estuvo con ella cinco años, (a su favor diré que durante el último año no le regaló más claveles)

Me encontré con R. después de mucho tiempo, pero no hablamos (M. y yo llegamos a la conclusión de que, como el chico es un poco lento, todavía no ha pillado que lo nuestro no podía funcionar). También vi a I. y a M. (quedamos en que volveríamos a hacer una cena de clase a la que no faltaría)…
Las mejores fiestas son las que no se planean.

PD: Hace diez minutillos me he enterado de que M. y M. acabaron la fiesta en casa :)

lunes, 24 de noviembre de 2008

What the hell am I doing here?



Prometí llamar más, no fui a una cena y después me arrepentí, me puse lo primero que vi en el armario y acerté, me acosté a las 23:00 horas y media hora más tarde ya estaba en la calle, me reí mucho, y además me puse una rosa en la cabeza con la siguiente conversación:
L- ¿Cómo haces para que no se te caiga?
S- El truco está en ponerla en la oreja.
L- Te queda bien…
S- Pontela tú también.
L- Escribe en el blog sobre esto.

Por si fuera poco no estudie nada (me toca hacerlo entre semana) sintiéndome culpable cuando volvía a casa el sábado, sobre las 06.00 horas.
Este fin de semana ha sido muy corto.

viernes, 21 de noviembre de 2008

¿Cenamos?



Sábado 22 de noviembre: Marta comentó que quiere hacer una cena con Ana, Marina, Fisi y yo en su casa.
Además Quinto quería hacer otra cena con Gg y Damaris.

A ver como me lo monto.

Viernes 28: tengo la cena con mis ex compañeras de trabajo en Barcelona, y otra con mis actuales compañeras de trabajo, para celebrar el cumpleaños de Marina. Iré a la segunda cena, me apetece mucho más.

Sábado 29: cena con toda la familia para celebrar el cumpleaños de mis padres, en un restaurante del Prat, y cena en casa de Marina para celebrar su cumpleaños, esta vez en el Prat con las amigas de siempre.
Partirme en dos seria una buena opción.

P.D: Hace más o menos una hora he recibido una llamada de Vicente. Me ha preguntado si me apetecía cenar con el y Víctor la semana que viene. Me han entrado ganas de llorar.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Frases



A lo largo de mi vida he soltado por mi boquita (y he escuchado) algunas frases que merecen ser recordadas y que pasarán a la historia:

- Me voy a cigar un fumarro (me voy a fumar un cigarro).
- Vamos a comer tortuga (vamos a comer tortilla).
- Aquí mele hual (aquí huele mal).
- Escobe la escorra (coge la escoba).
- ¿Pero Pedri y Heido no se liaron en ningún capítulo? (Heidi y Pedro).
- Ansáname el pelo (sanéame el pelo).
- Sus rifos son sufios (sus rizos son rubios).
- Nieves, te dejo los cojoncitos aquí (cojincitos, diminutivo de cojines).
- Hay terminaciones que nunca se historian (hay historias que nunca se terminan).
- Me gusta trabajar contigo, porque si tú no sabes donde estoy yo, tú sabes donde estas tú… (soy incapaz de explicar su significado).
- Me culo tu mola (me mola tu culo).
- Que guarro está el sucio (que guarro/sucio está el suelo).

Gracias a todos los que habéis hecho posible esta entrada…

P.D: Imaginación al poder.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Una de colchones



Mis amigas están de mudanza, bueno, realmente ya casi lo han llevado todo a su nuevo piso (hasta a Burton, la nueva mascota, un cachorro dálmata). El sábado fue el día oficial…A las 15:00 PM estábamos llenando cajas con ropa, CD’s, libros y amuletos varios. Gracias a la necesitada ayuda de F. y I. (que tenían coche) pudimos llevar las cajas rápidamente hasta el nuevo piso, sin tener que cargarlas por la calle.
Pero en el fondo, y aunque creíamos que lo peor había acabado, un brillo en mi mirada dejaba ver que no era así…quedaba lo más cani de barrio: el colchón de matrimonio de M.

Llovía. Estaba en casa esperando la llamada de M, pensaba que llamaría para cancelar el plan puesto que el colchón se podía mojar…Pero no, el plan seguía en pie, éramos cuatro chicas dispuestas a asumir las consecuencias, todas. Una gran ayuda fue el coche con vaca del padre de A. Ya no teníamos que llevarlo a pulso. Eso me animó bastante, después de todo, iba a ser más fácil.

Sobre las doce de la noche nos dirigíamos hacia el coche, entre risas, cachondeo y mentes pensando en colchones, y sobretodo en alguna manera posible de subirlo por unas escaleras estrechas. Llegamos hasta la antigua casa de M. donde el colchón nos esperaba dispuesto a ser llevado por las escaleras, donde más tarde probé en tirarme con el colchón cual tabla de surf. No me maté. A. fue testigo.

No sé el motivo pero el caso es que me motivé bastante, tanto que saqué mi lado más cani/Manolo y hasta me lo pasé bien subiendo el colchón en la vaca del coche y subiéndolo por las estrechas escaleras del nuevo piso, donde M. cayó al suelo mientras yo estaba siendo aplastada por el colchón, así como A. y M.

Lo bueno del caso es que esa noche M. aprovechó que tenía colchón.

- Valió la pena- Me dijo con una sonrisa.

Pues eso, valió la pena (Por suerte me perdí la mudanza del sofá).